jueves, 20 de marzo de 2008

PROGRAMA DE RADIO



Aunque no hayamos dormido juntos, levantate cada día con nosotras.
Además de contarte qué pasó en el mundo mientras dormías, cada día te damos:



El LUNES,
como si supieramos, nos metemos en política con Alejandro Grimoldi, que para que te voy a decir...un bombonazo! Después, para seguir delirando, seguimos con todo el misterio de los "mitos y leyendas" de Buenos Aires.


MARTES... dia rojo y esotérico: Ximena Latorre entre cartas, velas y hechizos nos alinea para que todo ande cada vez mejor. Y a quien no le gustan las sorpresas? Para eso estamos nosotras y te sacamos un "efecto sorpresa" de la galera.
También nos relajamos con José Viale y el deporte, con un "salpicado" de noticias y como siempre, mucho amor...digo humor!!









Los MIERCOLES, día sandwich...ya con ganas de salir o de mandar todo a la mierda.. si encontramos por ahí a alguién interesante, lo entrevistamos este día (tipo Casero, Vitale, Cutuli, Mazzarello, Giunta, etc.).
Y como el arte no puede faltar, y aunque sea solo para imaginar, Vero pinta un rato en su rinconcito plástico.


Los JUEVES aguante el deporte otra vez! Una vez entradas en calor, viene el Dr. "P" , saca sus papeles debajo del escritorio y nos da más vueltas a las tuercas que nos faltan.
Y como somos muy generosas y buenas personas, aunque no millonarias, les cedemos unos minutos a alguna ONG de ayuda social para que alguien ponga plata por nosotras.

Los VIERNES, ya vale todo y mezclamos todo, y Karina Coronado nos trae a algún lindo artista a su espacio "free play".


Pero antes de irnos... qué tal un poquito de sexo para la ronda porteña del fin de semana?








miércoles, 19 de marzo de 2008

GOTAS DE LLUVIA por Verónica Mihura


Este era un mundo formado por gotas de lluvia. Un día cayeron del cielo, y una a una fueron construyendo ciudades, parques, caminos y lagos.
Era un mundo que se reflejaba a si mismo, un mundo donde nada ni nadie podían esconderse.
Nadie sabía si la persona que tenían en frente a sí, era el otro o la imagen reflejada de uno mismo.
Nada tenía forma concreta, todo podía ser otra cosa al mismo tiempo.
Hubo una vez donde las cosas no fueron así; por eso fue que el recuerdo de la gente quiso seguir nombrando a las cosas por sus diferencias. Pero con el tiempo, estas también se fueron olvidando, no había referencias concretas para asumir que alguno tuviese razón.
Siguieron epocas confusas, que no llegaron a transformarse en guerras porque nunca se pudieron poner de acuerdo en cuáles y cómo eran las armas para matar.
El tiempo, como quizás fue que alguna vez lo llamaron, perdió también su sentido: los relojes cambiaban de hora según de dónde se los mirara.
De a poco , ya nadie se preocupó por el futuro, y cuando no hay tiempo, el pasado también pierde su sentido.
Las noticias del mundo de gotas de lluvia llegaron a los lugares más remotos, y todos quisieron ver de qué se trataba todo eso.
Se organizaron vuelos espaciales desde todo el universo que traian consigo equipos especiales para agua y cualquier otra eventualidad.
Pero cuando llegaban a destino, todo lo que se veía eran cientos y miles de gotitas de lluvia, que como espejos reflejaban todo lo que se acercaba. No había como descender de las naves sin perderse en esa confusa inmensidad.
La gente desilusionada y estafada, solo quiso volver lo más pronto posible a su conocida y segura realidad.
Nadie volvió a hablar del asunto, y con el tiempo, todos lo olvidaron. Muy lejos quedó ese mundo de gotas de lluvia, tan lejos que ya no se si de verdad existió alguna vez.
V.M

ROMPECABEZAS


Siempre me gustó hacer rompecabezas. Eran tiempos en que me sentía en paz, lejos del mundo agresivo y violento que me rodeaba.
No me apuraba en terminarlos, sabía que una vez hecho, el rompecabezas perdería sentido, la excusa para dejar mi mente volar, desaparecería.
Por eso cada vez hacía uno más difícil, con mayor cantidad de piezas, con fichas más chicas, con paisajes más complicados.

La técnica era simple: primero había que encontrar las esquinas, después, unir los bordes, y con paciencia reunir los colores parecidos en grupos. Aprendí así a ver y a distinguir las más pequeñas diferencias de formas y de color, con una rápida mirada.
Pero pasaba también por momentos frustrantes, las piezas no encajaban de ninguna manera, parecía que fueran fichas de otro juego. Después, ya desahuciada y malhumorada, magicamente empezaban a engancharse y avanzaba en cinco minutos lo que no había hecho en una hora…
Hoy pienso, me acuerdo y siento esos momentos.
Era un juego?
Era una necesidad de aislamiento?
Paciencia, coherencia, equilibrio, sentido común, se necesitan para unir todas esas piezas, reconocer las diferencias, o esas tantas contradicciones. Aprender finalmente a vivir con ellas y a no forzarlas para que todo encaje.

Me acuerdo del vacío que sentía cuando terminaba el juego, lo veía ahí tan inmóvil, tan poca cosa, no se parecía en nada a todo lo que le había puesto mientras lo hacía. Tampoco era tan lindo, no era un cuadro, para mi eran una cantidad de piezas unidas que se parecían al dibujo de la tapa.
Y por más dificl y complicado que fuera, el rompecabezas terminado ya no era mas un rompecabeza.

Todavía sigo armando y buscando más rompecabezas.
Y todavía encuentro, cada tanto, uno más nuevo, uno más desafiante.
Encuentro también cosas, momentos y personas que me rompen la cabeza.
Y me doy cuenta que todavía me faltan vivir, sentir y unir una cantidad de piezas de este rompecabezas.

V.M

PALABRAS

En el silencio de la noche, una voz se insinúa, se asoma. Es un susurro, un murmullo, un aullido solitario que se pierde. La noche sigue aún callada, inmune, nada la perturba, solo un zumbido que llama:
“Psss, aquí estoy, no te duermas todavía, quedate un rato conmigo! No quiero ser un sonido que nadie oiga, no quiero perderme en la inmensidad de la noche. No quiero sumarme a tantos otros ruidos, que nos despertarán mañana. Mi voz es hoy, ahora, y si no la escuchas, no es nada! Se pierde como tantos otros amaneceres que nadie mira, como tantas otras noches estrelladas habitadas solo por seres que se miran en silencio, o que se duermen, aburridos sin esperar nada. Y hoy te veo en esta noche muda, me reconozco en tus ojos preocupados, llenos de vivencias incomprendidas, hoy te escucho en mi voz, porque no soy yo la que hablo, sos vos el que escuchas, el que me acompaña, el que me cree y por el que existen estas palabras, sino se hubieran perdido en mis pensamientos, no hubieran nunca alcanzado esta forma. Porque qué son las palabras sino se pueden expresar? Son solo murmullos en la cabeza, un mar turbulento, sin sentido, desordenado, tormentoso.
Soñá conmigo esta noche, la noche es larga y hay tiempo todavía…"
V.M

RASGUÑOS


Hay lágrimas que quedan atravesadas,
que se adhieren firmes en el cuerpo
y duelen, pesan y te desgarran.
Son lágrimas que se aferraron a una esperanza y perdieron su forma,
jamás brotarán, ni mojarán, ni alguien conocerá.
Son lágrimas que no llegaron a ser,
porque nadie alcanzó a nombrarlas.
Son suspiros, resoplidos y malos humores,
a veces un grito o una palabra fuera de tono.
Son ojos resecos, grises, la piel opaca.
Son miradas perdidas, una boca tensa, la postura cansada.
Son silencios largos y tristes, son palabras tontas y sin sentido,
son trozos de canciones que tarareas mientras caminas distraído.
Hay lágrimas que quisiera haber llorado y no pude, no quise, no me animé.
Hay lágrimas que de tanto guardarlas terminaron perdidas.
Hay lágrimas que hoy pago no haber conocido.

V.M.


CARICIAS del Dr. "T"

Era un abismo tan inmenso pero tan frágil que solo una caricia podría cruzarlo. Un dedo que jugaba a la deriva por mi espalda despertó cada milímetro de mi piel, y recorrió y se multiplicó en ríos de calor y energía. Cerré los ojos y me dejé ir en el despertar de cada célula. Me perdí en esa inmensidad que solo un dedo distraído podía provocar y bailé con cada sensación a la que él me invitaba. Con un enorme esfuerzo abrí los ojos, quise ver quien era aquel mago, ponerlo a prueba. Sería capaz de llevarme de nuevo a ese mundo tan perfecto, tan pleno? Sonrío seguro y me besó suave, sin apuro. Su lengua probaba, buscaba y encontraba. No había dudas, el placer estaba ahí, concentrado en su boca y en ese dedo que seguía recorriendo mi espalda. Mi cuerpo pidió más y en un segundo estaba desnuda con su cabeza entre mis piernas. Su lengua me tocaba ahora como aquel dedo, con movimientos perfectos que me llevaban y traían dentro y fuera de mi. Retazos de sensaciones sobre mi piel, un brazo fuerte conteníendo mis movimientos convulsivos. Pedí, supliqué, exigí más. Él, obediente, vino a mi, suave, firme, profundo. Todo su ser estaba conmigo. Olas de placer me llevaron a otros lugares, una y cientos de veces. Su voz susurraba, pedía y me invitaba a más: era tan fácil. Sentí cómo su cuerpo absorbía cada suspiro de energía, cada milímetro de mi placer. Yo le daba gustosa, él me había llevado ahí, se lo había ganado. Querés más?, preguntó, y se dejó ir dentro mio. Sentí como se desintegraba, se rompía y moría en mil pedazos. Fue perdiendo de a poco las fuerzas y su cuerpo se volvió pesado, inerte, como una roca que retenía la nada que quedaba de mi. Abrí los ojos y lo corrí a un lado. Respiré de nuevo, volví a la vida. Podía oir el ruido de mi sangre corriendo por las venas, chorros de energía brotaban de mis manos y pies. No necesitaba más, la satisfacción era total.
Él dormía ruidoso, ya nada tenía que ver conmigo.
V.M.


ODA A TUS 20 CM

20 cm y son tuyos los que cuentan:

Cuentan historias de amores y de guerras,
Guerras perdidas en húmedo desaliento,
Desaliento que provoca tu búsqueda,
Búsqueda que encuentra a un cómplice,
Cómplice de aventuras y pasiones.
Pasiones que trascienden la rutina,
Rutina protectora de desenfrenos,
Desenfrenos necesarios en tu vida,
Vida planeada bajo el miedo...

Miedo a verte descubierto.
Descubierto en tu intima esencia,
Esencia que tapas con recaudo,
Recaudo que perdes pocas veces,
Veces que disfruto y festejo.
Festejo intenso, profundo y completo,
Completo de lo efímero del momento.

Momento que no existe en mis registros,
Registros que se suman a mi experiencia.


V.M.